«La zarza (Rubus fructicosus) es un arbusto mediterráneo con una gran capacidad de crecimiento; desarrolla numerosas ramas curvadas y espinosas capaz de convertir cualquier paso, en zona infranqueable, incluso ahogando a otras plantas que pueda encontrar en su camino.
Estas largas ramas pueden crecer hasta cinco centímetros diarios balanceándose. En la conquista de nuevas zonas, sus ramas escalan paredes, se enredan con la vegetación que encuentre a su paso y la arrolla.
Si estos tallos vuelven a tocar tierra, se transforman en nuevas zarzas, pues puede generar raíces desde la propia rama, multiplicándose vegetativamente. Las agudas espinas le sirve tanto para anclarse en su expansión, como para defenderse eficazmente.»
(Fuente Miguel Herrero Uceda)
«Es la misma lluvia la que en la tierra inculta hace crecer zarzas y espinas, y en los jardines, flores.»
Ludwig van Beethoven